RESUMEN
Apasionado por el tango, la Biblia, las caminatas por las calles de Buenos Aires, el lenguaje y la complejidad de las historias sólo en apariencia simples, Humberto Costantini fue un fervoroso observador de esos hombres y mujeres que viven agónicamente enfrentados con la hostilidad de la vida contemporánea. Con una prosa signada por una artesanal espontaneidad y por tramas en las que se enlazan lo realista y lo fantástico, el testimonio social y la preocupación metafísica, el autor nos presenta a seres que diariamente deben batallar por conquistar sus sueños; a hombres perseguidos como Don Iudá, símbolo del judío acosado por los pogroms de todas las épocas; a ese exitoso y autosatisfecho empleado que al morir, y enfrentado con Dios, no posee la clave para entrar en el cielo porque no ha entendido que la salvación de un hombre depende, tal vez, de recordar un árbol o unos ojos; o la pirandelliana historia de su propio creador con Burjer, un personaje de sus cuentos, donde Costantini se interna en el insondable tema de la escritura que se vuelve contra sí misma. La obra de Costantini hace suya la premisa de descubrir lo invisible y fabuloso que esconde la realidad, sin dejar de ser un comprometido testimonio de su tiempo.