El Encuentro de cultura y desarrollo
Por Germán Ray
Una de las grandes
transformaciones del concepto y la práctica del desarrollo es su
encuentro con la cultura. No siempre el discurso del desarrollo
consideró a la cultura como fundamental. En el informe sobre Nuestra
Diversidad Creativa de la UNESCO, se lee que “La cultura, no es, pues,
un instrumento del progreso material; es el fin y el objetivo del
desarrollo, entendido en el sentido de realización de la existencia
humana en todas sus formas y en toda su plenitud”.
Esto significa pensar el desarrollo
a partir de las identidades culturales y como conversación
intercultural. Tener en cuenta la articulación de las políticas
económicas con las políticas culturales, la inclusión de las diferencias
la participación de todos los sectores sociales y culturales (algunos
de ellos considerados como minorías, por ejemplo, de carácter étnico).
Garantizar, además, la expansión de la creatividad, la protección de los
derechos culturales y la promoción de la memoria de todos.
Parafraseando a Nancy Frazer, una teoría del desarrollo debería
preguntarse no sólo por las políticas de redistribución, sino también
por las políticas de reconocimiento, es decir, por las políticas
identitarias.
En su texto “El rol del capital social y
de la cultura en el proceso de desarrollo”, Bernardo Klikgsberg
escribe que el capital social y la cultura son claves en las
interacciones entre desarrollo económico y desarrollo social.“Las
personas, las familias y los grupos —escribe— son capital social y
cultura por esencia. Son portadores de actitudes de cooperación,
valores, tradiciones, visiones de la realidad que son su identidad
misma. Si ello es ignorado, salteado, deteriorado, se inutilizarán
importantes capacidades aplicables al desarrollo y se desatarán
poderosas resistencias. Si por el contrario se reconoce, explora, valora
y potencia su aporte, puede ser muy relevante y propiciar círculos
virtuosos con las otras dimensiones del desarrollo”. denada